La salsa bechamel es una de las salsas básicas que no pueden faltar en nuestra cocina.
Esta salsa se utiliza para elaborar multitud de recetas: para unas croquetas, para cubrir lasañas y canelones, para añadir a pastas o verduras para gratinar al horno…es muy fácil de hacer, tan solo hay que prestar atención a que no queden grumos, solo hay que tener en cuenta algunos truquillos que te explico más adelante.

Receta cómo elaborar salsa bechamel


Ingredientes:
- 500 ml de leche
- 40 g de mantequilla (o aceite de oliva)
- 40 g de harina
- Sal y pimienta
- Una pizca de nuez moscada
Elaboración de la salsa bechamel


- Vierte la leche en un cazo y ponla a calentar, retírala del fuego antes de que rompa a hervir.
- En una sartén, pon a calentar la mantequilla.


- Cuando la mantequilla se haya derretido por completo, añade la harina. Con unas varillas, mezcla bien la harina para que se integre bien con la mantequilla.
- Sin parar de remover, cocina la harina a fuego medio durante 2-3 minutos para que la harina pierda su sabor crudo, se integre bien y se forme un “roux” que no es más, que la mezcla de la harina y la grasa, que va a ser la encargada de espesar y ligar la salsa.


- Ahora añade la mitad de la leche caliente, y sigue removiendo enérgicamente la mezcla, con el fuego medio-bajo. Es importante no dejar de remover, así evitas que se formen grumos. Cuando esté integrada, verás que la mezcla se espesa, entonces añade el resto de leche y sigue removiendo.
- Deja cocinando unos 5 minutos a fuego medio, no pares de remover, o hasta que tenga una textura cremosa y homogénea.


- Retírala del fuego y añade sal, pimienta y la nuez moscada y mezcla. !Y ya la tienes lista para utilizar!
Algunos consejos para que la bechamel quede perfecta
🥄 La harina ha de estar bien integrada con la mantequilla.
🥄 Esta mezcla de mantequilla y harina se ha de cocinar durante unos minutos para que la harina pierda el sabor crudo.
🥄 La leche bien caliente cuando se añade, para que no haya contraste de temperatura.
🥄 Hay que añadir la leche en 2 o 3 tandas y no parar de remover.
En el caso que te hayan podido quedar grumos, otra solución es pasar la salsa bechamel, por la batidora de mano. Pero si la haces como te explico verás como te queda una salsa bechamel perfecta.
Hay que tener en cuenta que la salsa bechamel espesa cuando se enfría. Así que si no la vas a utilizar recién hecha, puedes dejarla menos espesa.
La salsa bechamel se puede variar de textura, más ligera o más densa (para hacer unas croquetas por ejemplo). En estos casos tienes que variar las cantidades de la grasa (mantequilla o aceite de oliva) y la harina.
Proporciones por 500 ml de leche:
- Salsa Bechamel ligera: 30 g de mantequilla y 30 g de harina
- Salsa Bechamel densa (crema bechamel): 50 g de mantequilla y 50 g de harina.