Si tenemos que destacar un aperitivo típico de la cocina española y que además gusta a casi todo el mundo, sin duda las croquetas son las ganadoras, así que hoy las vamos a preparar caseras de pollo con una receta de lo más sencilla de hacer.
Su tradición viene como receta de aprovechamiento, su base es una bechamel donde se mezcla la carne que sobra de los guisos, pucheros, rustidos…aunque las puedes preparar con otros ingredientes como pescados, jamón, verduras, queso y muchas más variedades que se te puedan ocurrir.
Se cubren con pan rallado y queso y se fríen, y !ahí es donde surge la magia! Obtenemos unas croquetas crujientes por fuera y cremosas por dentro. Espectacular combinación para el paladar, y le sumamos lo sabrosas que están!!!
A pesar de lo que muchos creen, vas a ver lo fácil que es preparar croquetas caseras.
A lo que se le suele tener un poco de respeto a la hora de hacer las croquetas, es a la bechamel, por si quedan grumos o queda muy espesa o muy líquida. Pero si sigues la receta al pie de la letra, verás lo fácil que es hacer salsa bechamel con una textura increíble para elaborar estas croquetas de pollo.
Como hacer croquetas de pollo caseras
Como ya te he contado, puedes aprovechar la carne de alguna otra elaboración para hacer estas croquetas. Yo he aprovechado una pechuga de pollo que añado en la elaboración del caldo.
Saltea la cebolla troceada en una sartén con un poco de aceite de oliva.
Mientras tanto, desmenuza la pechuga de pollo.
Cuando la cebolla esté transparente añade el pollo picado y remueve, sofríe un par de minutos más. Retira del fuego y reserva.


Prepara la salsa bechamel para las croquetas
Si es la primera vez que haces salsa bechamel te sugiero que vayas a ver el post de como hacer salsa bechamel sin grumos donde te doy consejos para que te quede perfecta. |
Calienta la leche sin que rompa ha hervir. Puedes hacerlo al microondas o en un cazo al fuego.
En una sartén, pon a calentar la mantequilla.


Cuando la mantequilla esté derretida añade la harina. Mezcla bien para que se integre todo. Cocina la harina a fuego medio durante 2-3 minutos para que la harina pierda su sabor crudo.


Ahora añade la mitad de la leche caliente, y sigue removiendo enérgicamente la mezcla, con el fuego medio-bajo. Es importante no dejar de remover, así evitas que se formen grumos. Cuando esté integrada, verás que la mezcla se espesa, entonces añade el resto de leche y sigue removiendo.
Deja cocinando unos 5 minutos a fuego medio, no pares de remover, o hasta que tenga una textura cremosa y homogénea.
Una vez ha espesado añade la sal, la pimienta y la nuez moscada y remueve.


Preparación de la masa de croquetas de pollo
Ahora añade el pollo y la cebolla a la salsa bechamel y remueve para que se mezclen todos los ingredientes.


Pasa la mezcla a un recipiente y cubre la superficie con film transparente. Refrigera la masa en la nevera unas 4 horas o puedes dejarla de un día para el otro.
Forma las croquetas con la ayuda de 2 cucharas. Pásalas por pan rallado, después por el huevo batido y por último, otra vez por el pan rallado.


A medida que las vas preparando, colócalas en una bandeja.
Pon a calentar una cazuela con abundante aceite de oliva suave. Cuando el aceite esté muy caliente fríe las croquetas de pollo en tandas de 4 o 5 para no enfriar el aceite.


Cuando estén doraditas por los 2 lados, retíralas del aceite y colócalas en un plato encima de papel absorbente para que eliminen el aceite sobrante.
Un truco para que queden más crujientes es colocarlas en un colador encima del papel absorbente.


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Croquetas de pollo caseras
Ingredientes:
- 1 pechuga de pollo cocida o asada desmenuzada
- 1 cebolla picada
- Aceite de oliva
Para la salsa bechamel
- 500 ml de leche
- 40 g mantequilla o aceite de oliva
- 40 g harina
- Sal y pimienta
- Pizca de nuez moscada
Para rebozar las croquetas
- Huevo batido
- Pan rallado
Elaboración paso a paso
- Lo pechuga de pollo la puedes aprovechar de un pollo asado o bien de un cocido o puchero.Trocea la cebolla y saltéala en una sartén con un poco de aceite de oliva.Mientras tanto, desmenuza la pechuga de pollo. Puedes picarla a mano o en un procesador de alimentos.
- Cuando la cebolla esté transparente añade el pollo picado y remueve, sofríe un par de minutos más. Retira del fuego y reserva.
- Prepara la bechamel para las croquetasVierte la leche en un cazo y ponla a calentar, retírala del fuego antes de que rompa a hervir. En una sartén, pon a calentar la mantequilla, después añade la harina. mezcla bien para que se integre todo. Cocina la harina a fuego medio durante 2-3 minutos para que la harina pierda su sabor crudo. Ahora añade la mitad de la leche caliente, y sigue removiendo enérgicamente la mezcla, con el fuego medio-bajo. Es importante no dejar de remover, así evitas que se formen grumos. Cuando esté integrada, verás que la mezcla se espesa, entonces añade el resto de leche y sigue removiendo. Deja cocinando unos 5 minutos a fuego medio, no pares de remover, o hasta que tenga una textura cremosa y homogénea.Una vez ha espesado retírala del fuego. Añade la sal, la pimienta y la nuez moscada y remueve.
- Ahora añade el pollo y la cebolla a la salsa bechamel y remueve para que se mezclen todos los ingredientes.
- Pasa la mezcla a un recipiente y cubre la superficie con film transparente. Refrigera la masa en la nevera unas 4 horas o puedes dejarla de un día para el otro.
- Forma las croquetas con la ayuda de 2 cucharas. Pásalas por pan rallado, después por el huevo batido y por último, otra vez por el pan rallado.A medida que las vas preparando, colócalas en una bandeja.
- Pon a calentar una cazuela con abundante aceite de oliva suave. Cuando el aceite esté muy caliente fríe las croquetas de pollo en tandas de 4 o 5 para no enfriar el aceite.
- Cuando estén doraditas por los 2 lados, retíralas del aceite y colócalas en un plato encima de papel absorbente para que eliminen el aceite sobrante.
Congelar las croquetas
- Si no las vas a comer todas, las puedes congelar antes de freírlas. Colócalas en una bandeja tapadas con film transparente y introdúcelas en el congelador 5 horas. Después las puedes retirar de la bandeja y colocarlas en un recipiente con tapa o en una bolsa de congelación y las vuelves a introducir en el congelador.Así ya las tienes listas para cuando quieras hacerlas, tan solo las sacas del congelador las dejas unos minutos para que se descongelen un poco y las fríes.